El programa del concierto sinfónico-coral, que dirige el maestro Tomáš Netopil en el Auditori se completa con la obertura Carnaval y La rueca de oro de Antonín Dvořák.
– El Palau de les Arts Reina Sofía ofrece mañana, sábado 7 de marzo a las 20.00 horas, en el Auditori, un concierto sinfónico-coral en homenaje al repertorio checo que incluye una de las obras cumbre de la música sacra, la Misa glagolítica de Leoš Janáček.
El maestro Tomáš Netopil, que dirige estos días la ópera de Mozart Così fan tutte en la Sala Principal del edificio de Calatrava, tomará las riendas de la Orquestra de la Comunitat Valenciana y el Cor de la Generalitat para conducir una de las composiciones musicales menos interpretadas por sus grandes exigencias, ya que precisa de un cuarteto vocal, coro mixto y una poderosa orquesta.
La soprano portuguesa Elisabete Matos, que dará vida a la princesa Turandot en la celebrada producción del centro operístico valenciano que pondrá fin a la tercera temporada, encabeza el cuarteto solista formado por la mezzosoprano madrileña María José Montiel, que ya debutó como Federica en Luisa Miller en la Sala Principal; el tenor ucraniano Máxim Paster; y el bajo Dmitri Ageev.
Leoš Janáček compuso la Misa Glagolítica como fruto de una visión nocturna para erigirla como una de las obras culmen en su carrera y como todo un resumen de su pensamiento musical. Con esta partitura, el compositor oriundo de Moravia, levantó un monumental homenaje al décimo aniversario de la República Checoslovaca con una referencia expresa a los santos Cirilo y Metodio de Salónica, que cristianizaron Moravia e inventaron un alfabeto, el glagolítico -a partir del griego con elementos del copto y del hebreo-, más acorde con las necesidades de sus habitantes.
Estrenada el 5 de diciembre de 1927 en Brno, la Misa glagolítica quedó para la posteridad como un magnífico exponente del estilo de Janáček: poder expresivo, opulencia tímbrica, libertad armónica, complejidad rítmica, inesperados cambios dinámicos y tratamiento cíclico de los temas.
Asimismo, el programa del concierto se completa con dos obras de Antonín Dvořák que rememoran el sentimiento popular eslavo y sus tradiciones folclóricas: Carnaval, obertura opus 92 y La rueca de oro, opus 109.