ARIODANTE
Georg Friedrich Händel
Dramma per musica en tres actos
Libreto anónimo adaptación de Ginevra, principessa di Scozia
de Antonio Salvi, inspirada en los Cantos IV - VI
de Orlando Furioso de Ludovico Ariosto
Libreto anónimo adaptación de Ginevra, principessa di Scozia
de Antonio Salvi, inspirada en los Cantos IV - VI
de Orlando Furioso de Ludovico Ariosto
Héroe romántico antes del
Romanticismo, personaje de caballerías que eleva su canto poético a
la fidelidad y el honor en el Edimburgo neblinoso del medievo
escocés; compañero del Orlando de Ariosto, aquel quijotesco Roldán,
que ennoblece con la voz que le diera Händel la soledad y la
lealtad recompensada. El triunfo de la luz -que es el alma- sobre
la noche y las tinieblas -que son la envidia y la traición- es
Ariodante.
marzo 2022 |
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01 | martes | 19:00 | |
04 | viernes | 19:00 | |
06 | domingo | 18:00 |
Equipo creativo
Dirección musical
Andrea Marcon
Dirección de escena
Richard Jones
Escenografía y vestuario
Ultz
Iluminación
Mimi Jordan Sherin
Coreografía
Lucy Burge
Dirección de escena de marionetas
Finn Caldwell
Diseño de marionetas
Nick Barnes, Finn Caldwell
Reparto
Il Re di Scozia
Luca Tittoto
Ariodante
Ekaterina Vorontsova
Ginevra
Jane Archibald
Lurcanio
David Portillo
Polinesso
Christophe Dumaux
Dalinda
Jacquelyn Stucker
Odoardo
Jorge Franco
Cor de la Generalitat Valenciana
Director Francesc Perales
Orquestra de la Comunitat Valenciana
Producción del Festival d’Aix-en-Provence, en coproducción con la Dutch National Opera & Ballet, Canadian Opera Company y Lyric Opera de Chicago
Audio
Sinopsis
Acto I
En el castillo del rey de Escocia, la princesa Ginevra se muestra feliz por su amor por Ariodante, como cuenta a su amiga Dalinda. La llegada de Polinesso, duque de Albany, irrita a la princesa, que rehúsa sus proposiciones amorosas. Dalinda confirma al despechado la futura unión de Ginevra y Ariodante pero el duque ignora las tiernas miradas de la joven para centrarse en un ardid que sirva a sus deseos.
En el jardín, Ginevra y Ariodante cantan su amor. El rey los sorprende y se muestra encantado de la unión, disponiendo la pronta celebración del enlace. Polinesso insta a Dalinda a vestirse como Ginevra e introducirlo en la habitación de la princesa, a lo que la joven enamorada accede. Lurcanio, hermano de Ariodante, intenta en vano que Dalinda responda a sus deseos románticos: ella sólo piensa en Polinesso.
En un valle encantador, Ginevra y Ariodante son el retrato de la felicidad.
Acto II
Ante una puerta que conduce a la cámara de Ginevra, Polinesso pone en marcha su plan: al llegar Ariodante, manifiesta ser el objeto de las atenciones amorosas de la princesa. Cuando éste desenvaina la espada, Dalinda aparece disfrazada de Ginevra y confirma la afirmación de Polinesso. Ariodante quiere suicidarse, pero Lurcanio lo impide. Polinesso goza de su triunfo y Dalinda cree haber conquistado al duque.
En una galería del palacio, llega la noticia de la muerte de Ariodante, ahogado en el mar. Ginevra desfallece al enterarse. Lurcanio aparece para pedir reparación por la muerte de su hermano, culpando a la princesa por su traición con una carta acusadora. La joven, repudiada por su padre, cae en la desesperación.
Acto III
Un bosque. Ariodante, disfrazado, libra a Dalinda de ser asesinada por dos asaltantes. La joven lo reconoce y le confiesa el ardid de Polinesso, que la ha traicionado. Ariodante parte en busca de reparación y Dalinda pide al cielo la muerte del de Albany.
Jardín del palacio. Condenada a muerte, Ginevra implora el perdón del rey. Polinesso se ofrece a defenderla en un torneo por su honor, pero ella lo rechaza. Lurcanio aparece y se enfrenta al duque, al que mata. Cuando el anciano rey va a aceptar un nuevo reto de Lurcanio, un caballero con el yelmo bajado lo impide manifestando que la inocencia no necesita defensores. Al descubrir su rostro todos quedan estupefactos al ver que se trata de Ariodante, que confirma la treta de Polinesso y la inocencia de Ginevra. El joven marcha a liberar a la princesa, mientras Lurcanio intenta un nuevo acercamiento a Dalinda.
En su prisión, Ginevra llora su desgracia. La llegada del rey y Ariodante la liberan de su condena. Finalmente, Lucarnio y Dalinda y Ariodante y Ginevra confirman su amor, mientras el coro cierra la obra cantando al triunfo de la virtud.
En el castillo del rey de Escocia, la princesa Ginevra se muestra feliz por su amor por Ariodante, como cuenta a su amiga Dalinda. La llegada de Polinesso, duque de Albany, irrita a la princesa, que rehúsa sus proposiciones amorosas. Dalinda confirma al despechado la futura unión de Ginevra y Ariodante pero el duque ignora las tiernas miradas de la joven para centrarse en un ardid que sirva a sus deseos.
En el jardín, Ginevra y Ariodante cantan su amor. El rey los sorprende y se muestra encantado de la unión, disponiendo la pronta celebración del enlace. Polinesso insta a Dalinda a vestirse como Ginevra e introducirlo en la habitación de la princesa, a lo que la joven enamorada accede. Lurcanio, hermano de Ariodante, intenta en vano que Dalinda responda a sus deseos románticos: ella sólo piensa en Polinesso.
En un valle encantador, Ginevra y Ariodante son el retrato de la felicidad.
Acto II
Ante una puerta que conduce a la cámara de Ginevra, Polinesso pone en marcha su plan: al llegar Ariodante, manifiesta ser el objeto de las atenciones amorosas de la princesa. Cuando éste desenvaina la espada, Dalinda aparece disfrazada de Ginevra y confirma la afirmación de Polinesso. Ariodante quiere suicidarse, pero Lurcanio lo impide. Polinesso goza de su triunfo y Dalinda cree haber conquistado al duque.
En una galería del palacio, llega la noticia de la muerte de Ariodante, ahogado en el mar. Ginevra desfallece al enterarse. Lurcanio aparece para pedir reparación por la muerte de su hermano, culpando a la princesa por su traición con una carta acusadora. La joven, repudiada por su padre, cae en la desesperación.
Acto III
Un bosque. Ariodante, disfrazado, libra a Dalinda de ser asesinada por dos asaltantes. La joven lo reconoce y le confiesa el ardid de Polinesso, que la ha traicionado. Ariodante parte en busca de reparación y Dalinda pide al cielo la muerte del de Albany.
Jardín del palacio. Condenada a muerte, Ginevra implora el perdón del rey. Polinesso se ofrece a defenderla en un torneo por su honor, pero ella lo rechaza. Lurcanio aparece y se enfrenta al duque, al que mata. Cuando el anciano rey va a aceptar un nuevo reto de Lurcanio, un caballero con el yelmo bajado lo impide manifestando que la inocencia no necesita defensores. Al descubrir su rostro todos quedan estupefactos al ver que se trata de Ariodante, que confirma la treta de Polinesso y la inocencia de Ginevra. El joven marcha a liberar a la princesa, mientras Lurcanio intenta un nuevo acercamiento a Dalinda.
En su prisión, Ginevra llora su desgracia. La llegada del rey y Ariodante la liberan de su condena. Finalmente, Lucarnio y Dalinda y Ariodante y Ginevra confirman su amor, mientras el coro cierra la obra cantando al triunfo de la virtud.