Ermonela Jaho,
el canto transfigurado en pura emoción. Su credo es que “para hacer
llorar a los demás, primero tienes que llorar tú mismo”. Lo
corroboran sus Butterflys y Traviatas, entre muchas otras, las dos
heroínas que más veces ha encarnado, alcanzando la treintena de
producciones de ambos títulos, insuperables por su excepcional
identificación con el personaje y su presencia escénica. El público
ovaciona de pie a la soprano albanesa después de cada ópera o
recital, ya sea en el Metropolitan, el Covent Garden o la Ópera de
Viena. Dispuesta a conquistar también la ciudad del Turia, debuta
en Les Arts con un cuidado programa en el que se dan cita autores
belcantistas italianos y los compositores más representativos del
romanticismo francés e italiano.
Foto @Fadil Berisha