Idomeneo
Wolfgang Amadeus Mozart
21, 28 abril, 4 mayo 2016 · 20.00 h
24 abril, 1 mayo 2016 · 18.00 h
Sala Principal
Ópera en tres actos · Música de Wolfgang Amadeus Mozart · Libreto de Giambattista Varesco, adaptado de un texto francés de Antoine Danchet · Estreno: Múnich, 29 enero 1781, Residenztheater
Dirección musical
Fabio Biondi
José Ramón Martín (28)
Dirección de escena y escenografía
Davide Livermore
Vestuario
Mariana Fracasso
Iluminación
Antonio Castro
Videocreación
D-WOK
Coreografía
Leonardo Santos
Producción
Palau de les Arts Reina Sofía
Ballet de la Generalitat Valenciana
Cor de la Generalitat Valenciana
Francesc Perales, director
Orquestra de la Comunitat Valenciana
Idomeneo
Gregory Kunde
Elettra
Carmen Romeu
Ilia
Lina Mendes
Idamante
Monica Bacelli
Arbace
Emmanuel Faraldo *
Voz del oráculo
Alejandro López *
Sumo sacerdote
Michael Borth *
* Centre Plácido Domingo
ACTO PRIMERO
Acabada la Guerra de Troya, Idomeneo, el rey de Creta regresa a su isla. Su hijo, el príncipe Idamante, amado por Electra, hija del rey Agamenón de Corinto, está secretamente enamorado de Ilia, una princesa troyana prisionera en la corte de Creta. De hecho, el generoso príncipe cretense ha liberado por su secreto amor hacia ella a los esclavos troyanos que hay en la isla de Creta. La muchacha se debate entre sus sentimientos por el joven Idamante y sus deberes como miembro de la estirpe troyana. Idomeneo, que se ha visto sorprendido por una virulenta tormenta en su regreso a la patria cretense, ha prometido a Neptuno que, si lo salva del temporal, sacrificará en su honor a la primera persona que encuentre al alcanzar tierra en su isla. Por desgracia, esa persona es su propio hijo, Idamante. Incapaz de cumplir su promesa al dios, Idomeneo rehúye la presencia del muchacho, que vive esta situación con la consiguiente zozobra. La princesa Electra, turbada por el amor que adivina entre Idamante e Ilia, asiste a estos eventos furiosa y enajenada.
ACTO SEGUNDO
Idomeneo le confiesa a su fiel consejero Arbaces que está en deuda con Neptuno y que debe sacrificar a su propio hijo a dicha divinidad. Aconsejado por Arbaces, Idomeneo se decide a pedirle a Idamante, su amado hijo, que abandone Creta. Con tal fin, le obliga a acompañar a Electra hasta Argos, de donde no debe regresar jamás. Electra no cabe en sí de gozo, reconfortada por haber conquistado al fin al hijo joven, mientras que Idomeneo está desconcertado al conocer los sentimientos de Ilia hacia Idamante. Cuando éste y Electra se disponen a zarpar, se desata una tremenda tempestad de la que surge un horrible monstruo marino. Idomeneo confiesa entonces que es incapaz de cumplir con la palabra dada al dios del mar y se ofrece a inmolarse él mismo.
ACTO TERCERO
Idamante, después de confesarse amor mutuo con Ilia, decide ir en busca de la muerte, pero luchando contra el monstruo marino. En el templo, y presionado por el Sumo Sacerdote, Idomeneo admite que es él quien tiene que sacrificar a Idamante, para gran congoja de su pueblo. Cuando la multitud está reunida para asistir al sacrificio, Arbaces anuncia que Idamante ha conseguido dar muerte al monstruo, pero que igualmente se prepara para el sacrificio. Ilia ofrece su vida a cambio de la del joven y es entonces cuando una voz anuncia a los cretenses que renuncia a su víctima a cambio de que Idomeneo abdique en su hijo Idamante, y que éste se case con Ilia. El contento general contrasta vivamente con la desesperación furiosa de la princesa Electra.