Vicente Martín y Soler (1754-1806)
EL TUTOR BURLAT
Ópera bufa
Libreto de Filippo Livigni, basado en La finta semplice ossia Il Tutore Burlato de Pasquale Mililotti
Traducción y adaptación musical al valenciano de Enedina Lloris
Personajes:
VIOLANTE, joven huérfana, aunque rica, pupila de Don Fabrizio
DON FABRIZIO, tutor de Violante. Pretende su fortuna por matrimonio PIPPO, enamorado de Violante
EL CABALLERO Don Lelio, noble enamorado y pretendiente de Violante MENICA, hija de Don Fabrizio
ANSELMO, criado del Caballero
La acción se sitúa en Marino, localidad de la provincia de Roma.
Cantado
Recitado sobre la música
ACTO I
Escena I. Anselmo y el Caballero
ANSELMO
Son las diez señor, si os parece,
el camino podemos proseguir…
EL CABALLERO
Sí, te escucho, ya son horas,
pero el corazón no quiere seguirme quiere por siempre quedarse aquí.
ANSELMO
Señor mío, hay que prepararse…
EL CABALLERO
¡Qué pena! ¡No tengo ánimo! No, no quiero irme,
me quedaría siempre aquí…
ANSELMO
Seguro que habrá lío, ya se acerca… Mi señor…
EL CABALLERO
¡Basta!
No lo pienses, no lo creas,
yo de aquí no me voy a marchar.
ANSELMO
¡Qué pena!
¡Qué desastre!
¡Parece que se ha vuelto loco!
ANSELMO
Pero señor,
¿se puede saber el motivo por el cual no podemos marchar?
EL CABALLERO
Ay, Anselmo, el amor…
ANSELMO
¿El amor? ¡Dios mío!
Mientras vamos hacia Velletri para presentaros a vuestra esposa,
¿os enamoráis de otra?
EL CABALLERO
Ay, Anselmo, por amor todo es posible.
Ella es un hada que me ha herido el corazón… su nombre es Violante.
ANSELMO
Por eso, decid, ¿estamos aquí tres días? Ay, señor,
recuperad la cordura de un caballero como Dios manda, y no penséis…
EL CABALLERO
¡Ah, basta!
La tienes que conocer
y después condena mi amor, si es que puedes… (Anselmo sale)
Escena II. El Caballero y Fabrizio
FABRIZIO
Violante, pero ¿cómo puedes ser contraria al matrimonio? Es cierto que es un poco ingenua…
Dentro de la red puede caer, si tengo paciencia, pero sea como fuere, conmigo se tiene que casar. Soy su tutor y estoy sin blanca,
de ninguna manera renunciaré a la dote de Violante…
¡A quién veo!
EL CABALLERO
¡Ah! ¡Don Fabrizio!
FABRIZIO
¡Salud, Caballero!
¿Qué os trae por Marino?
EL CABALLERO
Un asunto importantísimo me gustaría resolver.
¿Conocéis, acaso, a una bella doncella de Frascati? Se llama Violante y vive en esa casa.
FABRIZIO
¡Demonios! ¡Claro que la conozco!
EL CABALLERO
¡Ay, amigo mío, estoy locamente enamorado de ella!
FABRIZIO
¡Pues, señor, que os aproveche!
Sí, sí. Pero ella tiene un tutor que es bastante celoso
y de carácter más bien laudable.
EL CABALLERO
¡Será una bestia!
¡Le romperé la crisma!
FABRIZIO
(¡Madre! ¡Qué desgracia!)
Disculpadme, me parece que es un buen hombre…
EL CABALLERO
¡Será un boniato!
FABRIZIO
(¡Y me lo suelta a la cara!)
EL CABALLERO
Ya no lo aguanto y todavía no lo conozco…
FABRIZIO
(¡Pues sí que estoy perdido!)
EL CABALLERO
Fabrizio, amigo,
háblale de mí, nárrale mi amor. Yo matrimonio deseo,
y si el tutor quiere resistirse le dirás de mi parte,
que respuesta tendrá por tal ofensa. (sale)
Escena III
FABRIZIO
¡Diablos! ¡Qué desastre!
¡Y ahora tendré que hacer de Celestino con mi Violante!
¿Qué haré?
Voy a dar un paseo…
Para decidir mejor, tengo que pensar… (sale)
Escena IV
VIOLANTE
Candorosas jovencitas
que queréis probar el amor.
¡Ay, niñas, sed listas
que el amor os la jugará! Y quien cae en la trampa dice adiós a la libertad.
¡Viva la libertad!
Ay, cuánto me gusta sentirme en paz, sentirme en calma…
Me estoy haciendo la ingenua para esquivar a mi tutor que intenta regalarme su amor.
Escena V. Pippo y Violante
PIPPO
La primera mujer que me enamoró era una bella joven genovesa.
La primera cosa que me pidió: zapatos azules, a la francesa. Ja, ja, ja…
Ay, las mujeres… cuando me enamoran hasta los pies me hacen besar.
¡Ah, qué hermosa doncella!
VIOLANTE
¿Quién me llama?
PIPPO
¡Soy yo!
VIOLANTE
¿Y qué queréis?
PIPPO
¿Por qué no me miráis?
VIOLANTE
¿Darme la vuelta? ¡No, no! Si queréis saber algo de mí habladme así como estoy.
PIPPO
¿Hablar así?
¿De espaldas?
VIOLANTE
Sí, sí…
PIPPO
¡Esa sí que es buena!
¿Es una moda?
Escuchadme, señora…
VIOLANTE
(Es gracioso.)
PIPPO
¿Y… vuestro nombre?
VIOLANTE
Violante, ¿y el vuestro?
PIPPO
Me llamo Pippo Papera.
VIOLANTE
Si giráis el rostro me marcharé.
PIPPO
Pero, ¿cómo habéis podido ver que estaba dando la vuelta?
VIOLANTE
Yo también me daba la vuelta, lo he hecho sin querer…
PIPPO
Pues mejor quedarse así, palomita…
VIOLANTE
¿Qué quiere decir palomita? (Estoy perdida…)
¡No me habléis así!
PIPPO
¡No, no, no os sulfuréis! Quería decir “monita”.
VIOLANTE
Eso está mejor…
PIPPO…
(¡Está loca, no hay duda!)
¿Y de dónde venís?
VIOLANTE
Daos la vuelta y os diré lo que queráis.
PIPPO
(¡Tiene gracia, la joven!)
¡Heme aquí!
VIOLANTE
Yo soy de Frascati
y a los siete años vine a Roma, cuando mi padre murió …
PIPPO
Yo también soy de Frascati, hijo de un artesano.
Él me echó de casa y aquí vine a servir
a un ganadero de cabras y ovejas. En fin, para hablar en plata,
a hacer el trabajo del pastor. Mi patrón, al morir,
me dejó toda su fortuna
y ahora soy rico sin haber dicho ni jota. Decid ¿tenéis algún pretendiente?
VIOLANTE
¿Qué?
PIPPO
¿Qué ha sido eso?
¿Queréis dejarme cojo?
VIOLANTE
¡No quiero ningún pretendiente! Yo no soy amiga del falso cupido.
En paz y en libertad vive mi corazón.
PIPPO
¡Pero si sois la octava maravilla! (Ésta me la da.)
VIOLANTE
¿Algo más?
PIPPO
¿Dónde vais?
(Ahora intentaré fingir… ¿quién sabe?)
Yo tampoco quiero saber nada de mujeres.
VIOLANTE
¿Ah, sí?
PIPPO
No me interesan.
VIOLANTE
(¿Y si es éste…?)
Os podéis acercar, pero un poquito.
PIPPO
(Ya ha caído en la trampa.)
Sí, sí. Hace tiempo voy buscando una mujer valiente,
que desdeñe y se ría de todos los hombres para amarla siempre, mientras yo viva.
VIOLANTE
Pues ya lo has encontrado.
Pero lo lamento
porque quererte, tampoco podría yo. Tal vez no sienta amor,
pero siento piedad en mi corazón.
PIPPO
Sí, ya lo he entendido
yo no busco otra cosa que piedad.
VIOLANTE
Pues bien, puedes mirar-me, pero una mirada de piedad.
PIPPO
Claro, de piedad,
¡hermosa mía!
VIOLANTE
¡Sí, sí, alma mía!
Sólo es piedad, no lo olvides.
PIPPO
¿Cómo podría olvidar…?
Tú sigue siempre
con esta piedad sin malicia.
VIOLANTE
(Qué joven encantador.)
PIPPO
(Qué joven encantadora.)
¡Ay, ya he caído!
VIOLANTE
¡Ah!
PIPPO
¿Eso es un suspiro?
VIOLANTE
Suspiro por piedad, ya te lo he dicho.
PIPPO
¡Ah sí, lo había olvidado, alma mía!
¿Me das la manita?
VIOLANTE
¡No, eso no!
PIPPO
Por piedad, se entiende, por piedad.
VIOLANTE
Tómala un momento, por piedad sólo.
PIPPO
¡Qué ardor!
¡No puedo más!
Escena VI. Pippo y Fabrizio
PIPPO
Estoy estupefacto,
¡maravillosa piedad! Si ella es así, siempre tan piadosa, con esa piedad
la querría como esposa sin dudar.
FABRIZIO
¡Qué lío!
¡Ah, Pippo, bienvenido!
PIPPO
¡Buenos días, Don Fabrizio!
He visto una bella joven de Frascati, se llama Violante.
¡Ah! Don Fabri…, ¡qué ojos!
FABRIZIO
¿Ah, sí? Contadme…
PIPPO
Con cuatro palabras,
le he dicho que me gusta, y ella…
FABRIZIO
Supongo que no te ha dicho nada.
PIPPO
¿Pero qué dices?
No sabes…
Ella me ha dado la manita.
FABRIZIO
(¡Sinvergüenza!)
PIPPO
¿Estáis bien? ¿Qué os pasa?
FABRIZIO
Nada, celebro tu buena suerte. (¡Mal bicho!)
Pero si se entera su tutor, te hará cosquillas…
PIPPO
El tal tutor, si osa oponerse,
con cuatro bastonazos le abriré la cabeza,
¡no serán cosquillas lo que recibirá! (sale)
FABRIZIO
¡Pero qué desvergonzada!
¡Y ésta era la mosquita muerta que huía de los hombres!
Escena VII. Menica y Fabrizio
MENICA
¿Dónde vais, padre? Parece que estáis furioso…
FABRIZIO
¡Más que furioso! Ven aquí.
¿Tú has visto a Violante hablar con alguien?
MENICA
¡No, no, con nadie!
FABRIZIO
¿No la has visto en algún lugar, tonteando?
MENICA
Señor, ¿qué decís?
Ella ni mira, ni habla con nadie.
FABRIZIO
¡Mentira! ¡Mentirosa!
O me dices de verdad con quién ha hablado, o te sacudo el cuerpo a bastonazos.
MENICA
(¡Madre! ¡Qué miedo! Inventaré algo para librar-me del bastón.) Ahora os diré la verdad,
pero sin bastonazos.
FABRIZIO
(¿Y si todo resulta ser cierto?)
¡Habla, diantre!
MENICA
Por la tarde, un día, hablaba con un forastero. También al boticario,
la he visto guiñarle el ojo; y alguna mirada
graciosa y pícara
sí, se le ha escapado, sí, se le ha escapado. (sale)
Escena VIII. Fabrizio, Pippo, y después Violante
FABRIZIO
¡Desvergonzada!
¡Vamos a buscarla!
Hallaré el modo de escarmentar-la.
PIPPO
¡Ah! Señor Don Fabrizio…
Mi Violante me ha cubierto de halagos, incluso me ha invitado a comer con ella.
FABRIZIO
(¡Será atrevida!)
¡Eso no puede ser, de ningún modo!
Yo sé de buena tinta que hablar con hombres le está prohibido por el tutor,
y Violante es una buena chica.
PIPPO
Sí, buenísima chica…
Si lo quieres comprobar tú mismo, escóndete aquí detrás y te divertirás.
FABRIZIO
(Sí, divertirme…)
VIOLANTE
Ay, no sé qué tengo…
Querría siempre estar
junto a ese pastor que me hace perder la calma.
¡Ay, pastorcillo mío!
¿Te han gustado las cositas que te acabo de enviar?
PIPPO
¡Muchísimo, perla mía! (¿Estás atento?)
FABRIZIO
¡Sí, sí!
(¡Me quedo de piedra!)
VIOLANTE
Te las he enviado
porque siento más piedad por ti que por mi tutor.
FABRIZIO
(¡Sinvergüenza!)
PIPPO
¿Te gusta, Don Fabrizio?
FABRIZIO
¡Pues claro que le gusto! (¡Ya no puedo más!) Servidor, señorita…
VIOLANTE
¡Ay, madre mía!
PIPPO
¿Dónde vas? ¡Quédate!
¡No tengas miedo!
Este señor es amigo mío, ¿no es verdad?
Eres tú quien lo ha asustado con tantas muecas…
¡No puedes ocultar la envidia!
¡Ahora te quiero incordiar!
Te maldigo a ti y a la bestia del tutor.
¡Ven conmigo, palomita, hablemos de amor! (sale)
Escena IX. Fabrizio y Violante
FABRIZIO
¡Ah, mujer hipócrita, falsa, traidora!
¿Qué haces?
¿Son esas las órdenes que te he dado?
¿Por qué vas a escondidas
a darle desayuno a ese pastor?
VIOLANTE
Si yo se lo doy sólo por piedad, porque soy buenísima persona.
FABRIZIO
¿Cuántas veces te he dicho que tu piedad es peligrosa?
VIOLANTE
No os enfadéis.
Si queréis, volved a decirme lo que debo hacer y yo lo haré.
FABRIZIO
¡Escúchame bien, y escúchame de una vez! Si alguien se acerca a hablarte,
insúltale, maltrátale,
¡hasta puedes lanzarle una piedra!
¡Así, ningún osado vendrá a rondarte ni a incordiarme nunca más!
Escena X. Violante, Caballero, Pippo, Fabrizio y Menica.
PIPPO
¡Ah, traidora, malaje!
¡Qué cara, qué coraje!
Me has cerrado la ventana a la cara y con un golpe!
VIOLANTE
No señor, no he hecho tal cosa.
Pero de ahora en adelante no volváis a incomodarme.
¡No os quiero ver nunca más!
FABRIZIO
¡Ja, ja, ja!
De tanta risa puedo morir, en verdad…
PIPPO
¡Tanta risa!
¡Sí, sí, ya lo veo!
VIOLANTE
Y no has visto otra cosa que haré ahora mismo.
PIPPO
¿Qué harás?
FABRIZIO
¡Ja, ja, ja!
PIPPO
¡Ríete, ríete, falso amigo!
Tú allí arriba y tú aquí abajo.
¡Atrevida! ¡Arpía!
Ay, cruel, se me rompe el corazón.
VIOLANTE
¿Pero todavía estás aquí?
¡Bestia, animal!
Hablas como un ignorante.
FABRIZIO
¡Tanta risa!
¡Ja, ja, ja, ja!
PIPPO
Mira…
VIOLANTE
Espera, turulato,
y coge el regalito que yo misma te lanzaré…
FABRIZIO
¡Yo estallo ya de risa!
¡Ja, ja, ja, ja, ja, ja!
PIPPO
¿Te has vuelto loca?
¡Lanzarme una piedra!
¿Y a ti te hace mucha gracia, también has perdido la cabeza?
¡Mal amigo,
te quiero atizar!
FABRIZIO
Capaz no serás…
PIPPO
Aquí hay una carta.
¿Eh? ¿Qué será?
FABRIZIO
Sí, sí, una carta…
Como es vergonzosa insulta por escrito
y ahora verás todo lo que tiene que decir…
¡Ja, ja, ja, ja, ja, ja!
PIPPO
La carta me quema… lee tú mismo…
FABRIZIO
Por gusto no lo haría, lo hago por piedad.
VIOLANTE
(Me gusta la escena, será divertido…)
FABRIZIO
“Corazón de mi vida…” Pero… ¿qué dice?
PIPPO
Es buena…
VIOLANTE
(Cambia de cara…
se habrá avergonzado…)
PIPPO
Amigo queridísimo…
La parte más divertida seguro que ahora vendrá…
¡Lee, apresúrate!
FABRIZIO
“Quiero decir que esta piedra que acabo de lanzarte…
lo he hecho porque el tutor… así me lo ha ordenado…”
PIPPO
(¡A ver si revienta!)
¿Ah, sí? Sigue leyendo…
FABRIZIO
“…y yo, alma mía,
que el corazón ya te he dado,
¡sólo mi amor eres tú!…”
¡uh, uh, uh, uh, uh, uh!
PIPPO
¡Qué alegría! ¿No te ríes?
¿Por qué?
FABRIZIO
¡No tengo ganas de reír, quisiera estallar!
¡Si no te vas de aquí, llegaré a las manos,
no me queda otro remedio!
VIOLANTE
(Me voy sin piar y poco a poco,
antes de que empiecen las manos a hablar…)
PIPPO
Una alegría que no conocía desborda mi corazón.
EL CABALLERO
Éste es el pastor, mi rival en amor.
PIPPO
“El corazón ya te he dado… sólo mi amor eres tú…”
Ay, Violante mía…
EL CABALLERO
(La carta era de ella.)
¡Indigno! ¡Trae aquí!
PIPPO
¿Qué pasa?
EL CABALLERO
Ve, atontado,
o aquí te arranco el alma,
y hasta que no acabe contigo,
¡no, no, no tendré piedad!
PIPPO
¡Ay, qué mala bestia!
¡Qué hombre de mal carácter!
¡Habrá perdido la cabeza!
FABRIZIO
¿Qué haré? ¡Ay, qué pena! He perdido mi vida…
No tengo fuerzas, no tengo paz…
MENICA
Hermanita, ¿dónde te has metido?
¿No será que la han robado? Sólo Dios sabe si está bien…
¿o es aquella que aparece?
FABRIZIO
Calla, calla, escondámonos
y observemos un poco lo que hacen.
VIOLANTE
Retira la mirada,
que al mirarme me quema el corazón. He perdido la paz por tú…
PIPPO
Dulce imagen, dulce estrella, es por ti que mi corazón late… Solo tú lo haces latir…
FABRIZIO
¡Qué rabia!
¡Yo exploto!
MENICA
Padre,
déjala, déjala…
PIPPO
Don Fabrizio, aquí te espero… ya puedes reír y no parar…
VIOLANTE
Don Fabrizio (que me enredo) Lo he hecho sólo por piedad.
MENICA
Padre, suéltala…
FABRIZIO
¡Descocada, que poca vergüenza, demonios!
¡Tú quieres hacerme reventar!
MENICA
Calma, calma padre, déjala…
EL CABALLERO
¡Ah, vergüenza! Yo estallo…
VIOLANTE
De dulzura mi corazón se inunda, ah, Pippo.
¡Qué emoción!
PIPPO
De dulzura mi corazón se inunda, ah, Violante.
¡Qué emoción!
EL CABALLERO
¡Ah, mujer ingrata, insolente!
Y tú, inepto, ¿no tienes miedo de mí?
PIPPO
¡Oh, gran Caballero, dónde has llegado!
VIOLANTE
¡Qué gozo, qué alegría me llena el corazón!
MENICA
¡Escucha, padre, escucha al amor!
EL CABALLERO
¡De rabia y de pena me voy a desmayar!
PIPPO
¡Qué gozo, qué alegría me llena el corazón!
FABRIZIO
¡De rabia y de pena me voy a desmayar!
ACTO II
Escena I. Violante y Pippo
VIOLANTE
Aquí está el traidor… (mejor me voy!)
PIPPO
No sé qué hacer, encontrármela de frente… (me voy de aquí.)
VIOLANTE
¡Vividor!
Ve, ve a ocuparte de los dos hijos que tienes… La familia te espera…
PIPPO
¿Qué? ¿Qué dices? Ésta sí que es buena…
¿que yo tengo hijos?
VIOLANTE
¿Tienes el valor de negarlo ahora que ya lo sé todo?
PIPPO
¡Falsa! Ve, corre,
que te espera Don Pompeo Tiritappa…
VIOLANTE
¿Quién es ese Tiritappa?
Ve, corre tú también, atontado, con Checca Pallottola…
PIPPO
¿Qué dices?
Tú que te has casado, traidora,
con Don Pompeo Tiritappa, tu tutor,
¿y vienes a hablarme de esa Pallottola?
VIOLANTE
¿Qué dices?
¿Yo casada con mi tutor Don Pompeo Tiritappa?
¿Quién te lo ha dicho?
PIPPO
Un caballero que no es mentiroso.
¿Y a ti quién te ha dicho que yo me he casado con esa tal Pallottola?
VIOLANTE
A mí me lo ha dicho mi tutor.
PIPPO
Eso no me lo creo.
VIOLANTE
Ni yo a ti tampoco.
PIPPO
¡Mira!
Ahora se acerca, precisamente, quien me lo ha dicho y ante él no lo podrás negar.
Escena II. Pippo, Violante y Fabrizio
PIPPO
Ven, amigo mío, ven aquí y júrame ante esta torpona que hará media hora
se ha casado con Don Pompeo Tiritappa, su tutor…
VIOLANTE
Y júrame también a la cara
que él es el marido de Checca Pallottola y que ya tiene dos hijos…
FABRIZIO
(¡Sí que lo he hecho buena!)
PIPPO
¿Eso te lo ha dicho él?
VIOLANTE
¡Sí, señor!
Precisamente él es mi tutor.
PIPPO
Buenos días, su señoría, ya lo he entendido todo…
FABRIZIO
(¡Me han descubierto!)
PIPPO
¡O niegas el que has dicho
o con esta navaja te hago trizas!
FABRIZIO
¡Dios mío! Escúchame…
PIPPO
Violante mía perdóname, ya veo que todo es falso, que este enredador
lo ha hecho todo solo para incordiarme…
VIOLANTE
Perdóname tú también, Pippo mío.
FABRIZIO
¡Rabia!
Con ella, quiera o no quiera, me tengo que casar.
VIOLANTE
(¡Ya lo creo!)
PIPPO
Irás a casarte al cementerio.
Ella se casará conmigo, quieras o no.
FABRIZIO
¡Diantre! Eso lo tengo que arreglar…
Ya no puedo hacer nada hasta esta noche… la encerraré en una casa
para que este mamarracho no la pueda encontrar y después, en noche cerrada,
volveré y a mi Violante me llevaré… (sale)
Escena III. El Caballero y Violante
EL CABALLERO
Violante, alma mía, al fin te encuentro.
VIOLANTE
¿Y de mí que queréis? No os amo,
mil veces al día lo he repetido…
¡menuda lata vuestra insistencia!
EL CABALLERO
¡Ingrata, no comprendo por qué me tratas así!
VIOLANTE
No tenéis, señor mío, nada que me guste. (sale)
Escena IV. Anselmo y el Caballero
ANSELMO
Señor…
EL CABALLERO
Di…
ANSELMO
Ah, hacedme caso,
cuando se trata de mujeres…
EL CABALLERO
¡Qué insolencia!
¿Un sirviente que aconseja a su señor? Si vuelves a hablar de esto,
o te escucho yo comentar con alguien, si lo sospecho o lo llego a saber,
¡te rompo los huesos!
ANSELMO
Ay, qué mal genio tenemos…
¡qué orgullo insoportable!
¡Estoy harto de servir… qué diablos!
Yo soy un hombre mañoso, trabajo no me faltará… y un señor para servir, siempre habrá …
Ya me lo dijo mi abuela cuando yo tenía siete años: Créeme, servir sólo trae dolores de cabeza.
(sale)
Escena V
EL CABALLERO
No hallaré la calma hasta que mi Violante
un hilo de esperanza, una señal me dé. Quiero confiar… a mí, ella vendrá…
No sé si la esperanza unida va al engaño,
sé que le da vida al infeliz, al menos. Ahora sufrir me toca,
pero podré un día dominar el alma
de aquella que el corazón me hace penar. (sale)
Escena VI. Violante, Fabrizio y Pippo
VIOLANTE
Pero, ¿adónde me lleváis?
FABRIZIO
Calla y no grites más, ya hemos llegado.
VIOLANTE
Señor, ¿en un lugar tan oscuro no pensaréis dejarme?
¿Queréis hacerme perder la cabeza?
PIPPO
¿Qué hace ahora?
¿Qué significa esta ceremonia? Llevarla a un lugar así…
¡Qué barbaridad!
FABRIZIO
Dentro de esa casa te vas a quedar porque no quiero
que te vuelva a ver el maldito pastor.
PIPPO
(¡Será desgraciado!)
FABRIZIO
Esta noche yo volveré a buscarte para huir lejos de aquí, no lo dudes.
VIOLANTE
¡Dios mío!
¿Aquí dentro, sola, sois capaz de dejarme? No tenéis compasión…
FABRIZIO
Solo será un ratito, no llores, preciosa…
¡Es hora de acabar esta historia!
Entra, apresúrate, no tengas temor… que yo como un gato aquí escondido,
vigila la presa, de aquí no me voy. Alegra esa cara,
no te quedarás mucho rato. Tú piensa, preciosa,
que si ahora te dejo,
dejo también contigo mi amor hasta que yo vuelva.
Alegra esa cara, no tengas temor
que si ahora te dejo, te dejo mi corazón hasta que yo vuelva.
Escena VII. Pippo y Violante
PIPPO
¡Violante, Violante!
VIOLANTE
¡Pippo mío! ¿Qué haces aquí?
¡Qué gozo, qué alegría!
PIPPO
Ahora ya lo he entendido…
Yo estaba escondido y he podido escuchar… Alma mía quiero sacarte de aquí, en mí confía…
VIOLANTE
¿En serio?
PIPPO
Sí, conozco un pasadizo bajo tierra que llega hasta la casa;
un día, buscando a las cabras, lo descubrí…
VIOLANTE
Respiro…
PIPPO
Para burlar a Fabrizio,
quiero dejar a un pastor amigo mío vestido igual que tú. Ahora me voy a buscar al pastor y luego vuelvo…
VIOLANTE
¡Ve, ve, a tú me encomiendo!
PIPPO
Con el tuyo, entero queda mi corazón.
VIOLANTE
Y con tu corazón, la esperanza me dejas. (sale)
Escena VIII. Pippo, Violante y Menica
PIPPO
Ven, atrevida,
no te hagas la mosquita muerta
que pareces una “madama” de taberna …
VIOLANTE
¡Qué veo!
¡Bienvenidos! ¡Qué pintas traéis!
PIPPO
Perla mía, tú eres un hada, y ésta parece una arpía…
Venga, daos prisa, ya os podéis preparar…
VIOLANTE
¡Pippo mío, ya estoy lista!
PIPPO
Dona Menica hará de espía
y si ve a Don Fabrizio nos avisará antes de salir.
MENICA
Id tranquilos, que yo vigilaré.
PIPPO
(al pastor disfrazado de Violante) Y tú, ¿lo has oído bien?
Ponte en la ventana con la cara tapada, sin hablar…
que si todo sale bien… te recompensaré.
Escena IX. QUINTETO Violante, Fabrizio, Caballero, Pippo y Menica
FABRIZIO
Puerta abierta… aquí la entrada… Mameluco, ahora veremos,
tú y el noble Caballero,
os quedaréis boquiabiertos.
EL CABALLERO
¡Qué angustia! ¡Yo tiemblo! Sin duda, será esa casa… Acerquémonos en silencio, deja aquí la escalera.
Justo Amor, dale una esperanza a este corazón infeliz
para salir de este embrollo.
VIOLANTE
Tenebroso el aire me parece Pippo mío, mi corazón se hiela, ya empiezo a temblar.
PIPPO
¡Calma, calma, reina mía! Aleja todo temor,
no tengas miedo del tutor.
MENICA
Sí, ¿vamos ya a escondernos?
PIPPO
Escondámonos aquí dentro
y observemos cómo va el negocio, miraremos sin ser vistos.
EL CABALLERO
Dulce escalera,
tú me acercas ahora
al cielo donde reina el amor.
PIPPO
A la horca es donde te acerca y colgado tienes que quedar.
VIOLANTE
Malnacido, atontado, me querías engañar…
MENICA
¡Mamarracho! Desgraciado!
FABRIZIO
Violante, falsa, ¡sinvergüenza! Ya se te acaba la impunidad.
PIPPO
Tutor que llega, pelea a la vista.
¡Será buena para contar!
FABRIZIO
Se oyen ruidos…
EL CABALLERO
¡Ven traidor!
¡Suelta a la joven que es mi corazón, si no quieres caer muerto aquí!
FABRIZIO
¡Amigos, ayuda, por caridad!
PIPPO
¡Ahora empieza un buen jaleo!
VIOLANTE I MENICA
El corazón me estalla, huyamos de aquí…
FABRIZIO
Se ha hecho el silencio, ya vuelve la calma,
¡Dios mío! Yo tiemblo… no sé qué quiere decir…
MENICA Y PIPPO
Y ahora mi /tu padre viene hacia aquí.
VIOLANTE
Abandonad el temor, yo pondré remedio…
FABRIZIO
Y tú, desvergonzada, ahora me la pagarás.
VIOLANTE
Ahora viene mi remedio…
FABRIZIO
¿Esto qué es?
¿Españoles también aquí?
MENICA Y PIPPO
Se ha asustado de verdad.
VIOLANTE
(hablando una lengua rara) “De este contorno,
que quiere este loco, borrico, ladrón y más picarón
del Diablo, va a hacerse ahorcar.”
FABRIZIO
La cosa se complica, empiezo a temblar…
PIPPO
O acaba la trama, o se puede volver loco… “Tu pirpe mariole attesate fola
tartaine priccone con queste pistone far potte, forcono te fol sputellar.”
VIOLANTE
“Monsieur agréable allez vous au diable.”
PIPPO
¡Vete de aquí!
¡Desaparece, desaparece!
VIOLANTE
“O con l’epè ti lasso le coeur.”
PIPPO
¡O a freír monas te enviaré!
MENICA
¡Ahora me da pena, pobrecito!
PIPPO
“Petit fri puon alè sciantè
ma schier sciantè necregnè pà.”
VIOLANTE
¿Y ahora qué quieres que cante?
PIPPO
Canta lo que te apetezca.
VIOLANTE
Pues una seguidilla que me ha venido a la mente. “Inocentita y niña
vengo de Italia
a tratar con los chuscos aquí en España.
¿Qué será de mí? ¡Ay!
¿Si me perderé? ¡Qué!
¿Si me engañarán? ¡No!
¿Si yo engañaré? ¡Púas! Mas que se arrime alguno,
que yo se lo diré.”
FABRIZIO
Qué ultraje, estoy atónito.
¿Son españoles?
¿Son alemanes?
¿O son franceses?
¿O rumanos?
¡Cosa estrambótica!
¡Ya no puedo más!
EL CABALLERO
¡Eh!
¿Quién va?
VIOLANTE, MENICA I PIPPO
Ah, ¿qué veo?
EL CABALLERO
Ah, Violante, dulcísimo tesoro.
FABRIZIO
¡Dos Violantes se hallan aquí! Ah, traidora, mala bestia, mujer pérfida, inepta!
Así tratas a tu tutor…
EL CABALLERO Y PIPPO
Respetad a mi amada, no mancilléis su honor.
FABRIZIO
¡Fuera!
¡Fuera, mamarracho!
¡Fuera, mala bestia!
¡Juro que te destrozaré!
VIOLANTE
El miedo el alma me hiela,
¡la voz, el corazón y la cabeza!
MENICA
¡Bastante liada
la cosa ha de acabar!
EL CABALLERO
¡Se acerca tormenta, Dios sabe si despejará!
PIPPO
El precio del engaño
¡bien caro lo has de pagar!
FABRIZIO
Y tú, Violante falsa, diablo emplumado,
¡tendrás que escarmentar!
ACTO III
Escena I
VIOLANTE
¡No puedo con mi alma!
Y ahora las fuerzas me abandonan…
¡Dios mío!
Permite que pueda con el sueño devolver al espíritu la calma…
¿Y cómo podré encontrarla
con tantas desgracias y desventuras?
Solo el afecto, sólo el amor podría darme la paz y la alegría.
Sueño y sueños, dulcemente, daréis consuelo al alma afligida…
Escena II. El Caballero y Anselmo
EL CABALLERO
Pero ¿dónde se habrá escondido? Querido Anselmo,
busquemos a Violante por todas partes, tú ve por allá, que yo iré por aquí…
es un tesoro para mí,
¡Anselmo, tenemos que encontrarla!
Escena III. Fabrizio, Menica y Violante
FABRIZIO
¡Violante! No es posible…
¿Dónde ha ido? ¡Violante!
VIOLANTE
¡Dios mío!
FABRIZIO
Qué rabia que se haya apagado la luz, con esta oscuridad
no sé dónde pongo los pies. Prestaré atención…
VIOLANTE
¡Ay de mí!
¡El tutor!
MENICA
¡Volvemos a casa!
FABRIZIO
Seguiré buscando a Violante por tierra y por mar. Y si la encuentro…
Ay, si llego a encontrarla…
¡No la salva ni Dios de un bastonazo!
VIOLANTE
(¡Ay de mí!
¿Qué haré para librarme?)
Escena IV. Pippo y Violante
PIPPO
¡Violante mía!
VIOLANTE
Estoy aquí…
PIPPO
¡Gracias a Dios que te he encontrado! Princesa, no perdemos tiempo…
Si es cierto que tú me amas y como esposo me desees, dame la mano como esposa, así podríamos de una vez burlar a nuestros enemigos.
VIOLANTE
Ah, si fueras fiel… yo… lo haría.
Ya somos esposos,
¡toma mi mano!
PIPPO
Ahora, esposa mía, feliz seré por siempre.
¡Qué alegría me llena el corazón!
VIOLANTE
Angustias y temores
se alejan de mi corazón.
El amor la paz me da unida a mi amado.
PIPPO Y VIOLANTE
Ven himeneo amable,
¡que nuestro corazón se inflame!
En el alma, la alegría
por siempre jamás reinará.
Escena FINAL.
Pippo, Violante, el Caballero, Fabrizio, Anselmo y Menica
EL CABALLERO
¿Quién va?
VIOLANTE
¿Qué queréis Caballero?
PIPPO
Señor, ¿qué queréis de ella?
FABRIZIO
¡Ah, qué demonios!
¡Al final te he encontrado!
VIOLANTE
Atrás,
yo no debo obediencia a nadie. Soy de Pippo esposa.
FABRIZIO
¿Qué dices?
EL CABALLERO
¿Tú, con Pippo, casarte?
PIPPO
Sí señor, nos hemos hecho una promesa.
EL CABALLERO
¡Ah, que atrevida!
FABRIZIO
Lo que se ha hecho ya no tiene remedio… Ahora lo veo claro…
Ojalá me hubiera dado cuenta antes por no errar que la astuta
por ingenua se ha hecho pasar.
PIPPO
¡Querida, joya mía!
¡Preparémonos para la boda!
VIOLANTE
Todo el mundo conoce la nueva:
¡que era amor, no era piedad!
EL CABALLERO
¡Mala bestia!
Consuelo no encuentra
este corazón herido de amor.
FABRIZIO
Vuelve, hija,
al corazón de un padre que no te quiere soltar.
ANSELMO
¡Está bien, lo que bien acaba!
¡Reina la felicidad!
MENICA
¡Un marido para Meniquita la Fortuna traerá!
TODOS JUNTOS
El placer y la alegría
mientras duren celebraremos.
Fin de la ópera